Istanbul



 
Istanbul: La ciudad de las ciudades
 
Sábado, 12 de agosto
llegado una semana antes de tiempo porque hemos hecho una medıa de 120 km día, en lugar de los 100 prevıstos. La prevısıón de 37 etapas y 5 días de descanso , ha quedado en 31 etapas y 4 días de descanso. En total 3700 km. atravesando Europa de un extremo a otro a traves de 11 países: Francıa,
Mónaco, Italıa, Eslovenıa, Croacıa, Bosnıa, Montenegro, Albanıa (la mítıca Albanıa), Macedonıa, Grecıa y Turquía; para llegar a la cıudad de las cıudades, encuentro entre Orıente y Occıdente, por donde han pasado y prosperado varias culturas, caravanas con especıas, vıajeros... y que sıgue sıendo una maravılla.
Tenemos siete días de relax y descanso, vısıtando los lugares pıntorescos de la cıudad. Celso se esta
hacıendo un experto en regatear con los vendedores de alfombras en el Gran Bazar -despues de un prımer escaldado- aunque todavía no hemos vısto una maleta lo sufıcıentemente grande para llevar las bıcıs en el avión.
En el Tulip Wooden House ( ahora se llama Anzac Wooden House ) conocemos a viajeros de diversas partes del mundo, como Marina, una domınıcana que, aconsejada por una amıga, se gastó todo su dınero para venır aquí a trabajar (???). Obvıamente no encuentra nada porque no habla inglés. No tıene nı ıdea en que parte del mundo está. Nos pregunta sı Barcelona está cerca de aquıí y nos pıde que la llevemos con nosotros para España. Le damos la dıreccıón de la Torre Gálata donde hay una española que vıve aquí desde hace años, a ver sı la puede ayudar. Ekho, una chıca de Taıwan, vıaja sola en bıcı por Europa y ahora se dırıge, por Anatolia, Siria, Jordania e Israel hasta Egipto. La fábrıca de bıcıs Gıant le ha regalado la bıcı para hacer el vıaje. Le pedımos que a la vuelta les hable de nosotros para que nos patrocınen en la próxima aventura
 
 

Khaled Mouzanar: "Kanun"


El Gran Bazar


Bazar Egipcio



Ekho, cicloviajera de Taiwan


 
Los gatos de Istanbul 
 
Domingo, 13 de agosto
Nadie nos ha preguntado por la fauna que observamos a lo largo del viaje.
Hemos visto muchos animales; sobre todo aves y pequeños mamíferos. Algunos podrían ser representativos de los países que cruzamos:
En Francia, los erizos, que nos visitaban por las noches mientras dormíamos, husmeando a nuestro alrededor. En Italia, los mosquitos, que nos acribillaban brazos y piernas con sus picaduras. En Eslovenia, los cerdos, que eran asados enteros en todos los pueblos e inundaban el aire con su aroma. En Croacia, los peces, que poblaban los lagos por millares. En Albania, los burros, tirando de carros en los que el conductor iba de pie como los aurigas en los circos romanos. En Macedonia, los osos, que nunca se dejaron ver. En Grecia no van a ser las tortugas que encontrábamos en las carreteras sinó los abundantísimos y enormes perros de presa que la mayoría de los griegos poseen y que nos perseguían amenazantes provocándonos continuos sobresaltos.
En Istanbul, los animales representativos, los reyes de la ciudad, son los gatos.
Mimados por sus habitantes, los encontramos estirados sobre la acera, mansos, descansando sin mostrar ningún temor, paseando con sus cachorros, jugando con las alfombras o esperando las sobras en el restaurante.
Esto dice mucho sobre las personas que viven aquí. Desde el hotel pudimos observar a un hombre en su humilde casa que después de levantarse por las mañanas lo primero que hacía era poner en el alfeizar de la ventana alpiste para los pájaros.

 
 
 
 
 
 
 
...Hasta el Mar Negro
 

Puente sobre el Bósforo


 Yalis


 Al final del Bósforo: el Mar Negro
 
 
 
 
DJivan Gasparyan
 

Jueves 16 de Agosto 2007

Último día en Istanbul.
Hoy es nuestro último día en Estambul. Cogemos un barco de línea regular que recorre el estrecho del Bósforo, parando en varios puertos. En las orillas van pasando las mezquitas, los palacios de veraneo de los sultanes y hermosas mansiones antiguas de madera, llamadas "yalis", situadas entre frondosos bosques.
Después de dos horas llegamos a Anadolu Kavagi, pueblo de pescadores, en el extremo norte del estrecho (en Asia), donde comienza el Mar Negro, más lejano que Estambul. En lo alto de una colina hay un castillo en ruinas. Trepamos por las murallas de la torre con la vana esperanza de divisar las costas de Rusia. El tráfico de grandes cargueros es incesante en las dos dirrecciones.
Al bajar nos bañamos en estas aguas tan azules y comemos unos pescados fritos en el puerto. El regreso, al atardecer, es melancólico.
Ya en Eminonu cruzamos el Bazar Egipcio y subimos hasta la Mezquita de Suleiman. En el Gran Bazaar gastamos nuestras últimas liras. Ya de noche nos despedimos de los amigos en el hotel. Luego somos bien acogidos en un restaurante musulmán y terminamos la noche con un té junto a la Mezquita Azul mientras escuchamos canciones dulces acompañadas del salterio. Un derviche baila realizando giros eternos.
En la hora del sueño, como me sucede siempre en estos casos, siento una ligera opresión en el pecho. Una lágrima quiere resbalar por la mejilla. Echaremos de menos los regateos interminables en el Gran Bazaar, los días en el singular "Tulip Wooden House", donde los dueños pasan las noches de fiesta corriendo arriba y abajo por el hotel (atendido a veces por los propios huéspedes), los viajeros solitarios y entrañables que conocimos.
Y es que esta maravillosa ciudad, donde cada uno encuentra su sitio, tiene algo mágico que te atrapa y te hace volver.


Película: "Uzak" (Lejano) de Nuri Bilge Ceylan. 2002.

 

 Al final del Bósforo, el Mar Negro

 

 

 Derviche en Sultanahmet


Pasarán dos años hasta nuestro siguiente viaje en bici:

Marruecos en bici 2009


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que chulo este post